¿Qué es una electrolinera?
imagen: cargacar.com
El término electrolinera se ha formado, simplemente, por combinación de las palabras “eléctrica” y “gasolinera”. Se trata de una instalación en la vía pública para recargar las baterías de los vehículos eléctricos.
Estamos viviendo una época de cambios y el transporte no escapa de esta nueva realidad, evolucionando hacia una movilidad eléctrica. Los vehículos eléctricos han ido apareciendo en nuestras vidas y han llegado para quedarse, es por esto que poco a poco veremos más puntos de recarga públicos en nuestras ciudades.
La electrolinera ofrece un servicio equivalente al de una gasolinera: mientras que en la gasolinera se llena el depósito con combustible, en la electrolinera se recarga la batería con energía eléctrica.
Para saber fácilmente cómo es una electrolinera con más detalle, podemos empezar imaginando una gasolinera moderna. Ahora, quitamos los surtidores de combustible con sus mangueras y los sustituimos por cargadores con sus propias mangueras, solo que por estas no fluye gasolina o gasoil, sino corriente eléctrica. En lugar de depósitos de combustible tenemos una acometida eléctrica. Como la electrolinera está pensada para ser el equivalente de una gasolinera, sus cargadores proporcionan una carga rápida o ultrarrápida. Es decir, busca recargar en el menor tiempo posible.
La carga rápida es aquella en la que la potencia máxima durante la recarga se encuentra por encima de 22 kW y llega hasta 43 kW (en el caso de carga en corriente alterna, CA) o hasta 50 kW (si el cargador proporciona corriente continua, CC). El otro tipo de carga en una electrolinera, la carga ultrarrápida, es en CC y de mayor potencia, habitualmente por encima de 100 kW.
¿Por qué tiene tanta importancia la potencia?
La potencia de carga es la velocidad a la cual se proporciona energía a la batería. Cuanto mayor sea la potencia, más rápido se cargará la batería del coche. Por ejemplo, si cargamos a velocidad rápida y asumiendo potencia constante de 25 kW, se tarda dos horas en cargar 50 kWh. Si pasamos a cargar a velocidad ultrarrápida, por ejemplo, asumiendo una potencia constante de 150 kW, el tiempo de carga se reduce a 20 minutos.
Buscando satisfacer las demandas del creciente parque de autos eléctricos, el desarrollo de las electrolineras aborda dos puntos importantes:
- Incrementar la potencia de los cargadores, es decir, ofrecer al usuario un tiempo de recarga que se acerque al de repostaje de un auto de combustión en gasolinera.
- Crear una red de recarga en carretera. El objetivo es que el uso del vehículo eléctrico para viajes de larga distancia sea una realidad. Para ello, las estaciones de recarga deben estar distribuidas por toda la geografía y con suficiente regularidad.
La realidad es que la recarga habitual de los automóviles eléctricos será en casa, a baja potencia y durante la noche. Las electrolineras tendrán su propio nicho: estarán ahí para los viajes por carretera, para permitir recorrer largas distancias y recargar en el tiempo de un descanso del viaje.
fuente: theconversation.com